miércoles, 19 de octubre de 2011

Gobierno de cínicos


Culparnos a los y las socialistas de todos los males es un recurso fácil pero cansino. La gente espera respuestas y un gobierno que lidere y transmita confianza, no que paralice y genere alarma social por puro cálculo electoralista de cara al 20 N.

Transcurridos más de 3 meses de gobierno del Partido Popular la estrategia del retrovisor no vale ya. La música –de banda castrense- orquestada a nivel nacional se traduce en recordar cada minuto y cada segundo que el anterior ejecutivo socialista era un desastre y que tienen que venir los salvadores del PP a arreglar el país, tal estrategia pretendía una cosa tan surrealista como que el ex conseller de economía Carles Manera compareciera en el parlament para dar explicaciones. Él compareció mil veces y explicó lo que tuvo que explicar cuando era competencia suya. Ahora, le toca a Bauzá.Qué explique por qué no presentará presupuestos antes de elecciones, que lo explique a la ciudadanía.

Pero Bauzá calla, Salom calla y encima tienen la poca vergüenza democrática de criticarle a Francina Armengol que ejerza su labor de líder del Grupo Parlamentario Socialista en la oposición. Si tuvieran dignidad democrática, valor que tienen algo distorsionado quienes son herederos ideológicos del franquismo, no tratarían con esa falta de respeto institucional y de talante a los diferentes grupos políticos. Ver el Parlament vacío cuando intervienen los diferentes diputados y diputadas del Partido Socialista es un espectáculo lamentable que es contrario a la calidad democrática.

A este PP altivo, testosterónico, chulo y prepotente, le encantaría que la oposición estuviéramos callad@s, amordazad@s. Por eso, cierran televisiones públicas y ponen a un conseller de propaganda como director de IB3. Las privadas las tienen copadas con sus tertulianos y programas de propaganda y manipulación.

Y están desbocados en su ofensiva ultraliberal, reajustando, reajustando y recortando que es gerundio, dejando a 82.000 personas sin atención social en Mallorca. Pero para ellos estas entidades no son más que parásitos sociales, si no pueden ser “independientes” de la administración, no vale la pena ayudarles. No son economía productiva, como un parque temático, o como Acciona. Están condenados a desaparecer según su idea darwinista social.

Y se suma a la orgía ideológica neoliberal Alexandre Forcades o Emilio Botín, responsabilizando al Estado, a la gestión pública de la crisis, y señalándole la puerta de salida a la política (la poca política), una vez que ha cumplido su función de rescate, estabilizadora y de paraguas social. El PP va a por todas. A liberalizar y privatizar servicios públicos consolidados. A nadie en España se le ocurre que se tenga que pagar por la educación pública, pero con esta gente, todo se andará si no reaccionamos y salimos a votar.

Sin lugar a dudas el top ten del despropósito semanal se lo lleva el conseller factotum Biel Company, que creo que trata con más sutileza a las patatas que a las mujeres. El episodio de sexismo en el Parlament, ofendiendo a las secretarias y a las mujeres no debería quedar impune. Debería dimitir por ofender a la mitad de la población de Baleares con un chiste de connotación sexual que nos recuerda a Fernando Esteso o Andrés Pajares. Pero, volvemos al principio, el concepto de dignidad democrática, de respeto institucional y a las personas, entre ellas las mujeres, no lo tienen bien aprendido. Demasiados tics en una sola semana.


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