lunes, 15 de agosto de 2011

El exorcista III.


Me gustaría que la próxima vez que vengan The Prodigy, Los Rolling Stones o Lady Gaga a España, las autoridades competentes declaren el evento de interés especial. Que subvencionen merchandaising de camisetas y mecheros, nos hagan descuentos en los tickets del metro, y por supuesto, que las empresas patrocinadoras (la mayoría de cerveza) obtengan importantes exenciones fiscales y bonificaciones a cargo del erario público. Por último y no menos importante, que el manager de los grupos, o los mismos componentes, sean recibidos a lo grande, con todos los honores en calidad de gurús de masas agitadas.

Según los últimos datos del CIS, el porcentaje de la población española que se considera católica ha pasado de un 87% en 1992 a un 71,7%. En cuanto a los jóvenes, la mitad se declaran católicos, pero sólo el 10,3% afirma ser practicantes. En 1967 era el 77%. Tales cifras –esperanzadoras- nos muestran la lenta pero inequívoca tendencia en nuestro país hacia el pensamiento racional, desprendiéndose del yugo de la religión, religión que hasta hace bien poco en términos históricos ha tenido un gran influjo sobre las conciencias y vida social. Encuentros como el de la Jornada Mundial de la Juventud evidencian los coletazos de una religión que perdió la partida filosóficamente en la Ilustración y cuyo dios quedó desterrado en la modernidad y desahuciado en la postmodernidad. F. Nietzsche , K. Marx o incluso Freud en sus respectivos ámbitos, pero sobre todo Charles Darwin y su teoría de las especies han contribuido a generar un discurso científico que aleja la idea de un dios creador, por mucho que los fundamentalistas creacionistas vinculados a la derecha ultraconservadora estén siendo subvencionados en América a través de institutos como el Templetone.

El papa viene a nuestro país a lanzar un mensaje a la juventud católica, pero por extensión también a toda la juventud. Chicos: a practicad la abstinencia, chicas: aguantad en matrimonios infelices, aunque vuestros maridos os casquen, renunciad a la propia salud sexual y reproductiva porque es un pecado y respetad el matrimonio sagrado y no el sucedáneo demoníaco del homosexual y no os olvidéis de morir con dolor, fuera regulaciones que no sean el consuelo del cura en los últimos momentos de vida.

Sólo porque se creen en posesión de la verdad vienen a España a rezar por esos valores decadentes y a exorcizarnos de lo que llaman “laicismo radical”. Las religiones, utilizan el poderoso mecanismo del miedo, la represión, lo escatológico prometiendo algo de lo que carecemos de toda evidencia: la vida eterna y han hecho del dolor y del sufrimiento su negocio material y espiritual. Son verdaderos carroñeros del dolor.

Supongo que Ratzinger y la Conferencia Episcopal añoran aquellos gloriosos tiempos en el que el nacionalcatolicismo era la seña de identidad de España, con unos castos valores y un catálogo de libertades y derechos verdaderamente congelados. Estaría muy bien escuchar en su discurso un tono de autocrítica por el apoyo –una vez más- a las dictaduras fascistas. Mucho me temo que la memoria histórica brillará por su ausencia. Ni un perdón a España por el papel de la jerarquía católica apoyando a Franco, ni tampoco, en un escenario tan juvenil, por la cantidad de abusos sexuales de niñas y niños por curas pedófilos.

No haría este post si la visita del papa, pastoral, o sea privada, se sufragase íntegramente por sus fieles y las instituciones públicas no se saltasen a la torera el principio de aconfesionalidad constitucional. Supongo que es un chollo tener la doble categoría de líder espiritual y de jefe de un país con presidente no democrático y bandera. También lo es desde luego, para las empresas patrocinadoras y para los peregrinos (que podrán ser indultados de sus pecados con las bulas e indulgencias que el emisario de dios se trae bajo el brazo).

Me sumo a la campaña de Europa Laica y a los postulados de por qué con mis impuestos no se tiene qué sufragar una visita religiosa contraviniendo el principio de aconfesionalidad estatal, más, teniendo en cuenta que es una organización que:
- Rechaza la igualdad y mantiene un papel secundario para la mujer;
- Es homófoba, va contra el matrimonio entre homosexuales;
- Ataca el derecho a la salud sexual y reproductiva como el uso del preservativo aunque mueran millones de personas por SIDA en todo el mundo.
- Mantiene y protege a pedófilos en su seno,
- Mantiene acuerdos y concordatos que privilegian su posición jurídica para difundir sus doctrinas; - Mantiene miles de catequistas dando su religión en las escuelas públicas:
- Y recibe miles de millones de euros al año del Estado