El
conflicto educativo ha evidenciado un Govern obcecado e
intransigente, cegado por las urnas y con la tozuda idea de que sólo
gobiernan para los que les votaron, enfrentados a una mayoría
clamorosa que ha dado lecciones de democracia y civismo recordándonos
que si bien las urnas legitiman, la democracia no se puede restringir
a votar cada cuatro años, sino que debe ser, necesariamente, alguna
cosa más.
Un
PP que llegó mintiendo y se irá mintiendo, y como dijo el filósofo
alemán F. Nietzsche: "Lo que me preocupa no es que me hayas
mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.
De
ser los defensores del Estado del Bienestar en elecciones, han pasado
a desmantelarlo con su programa oculto. En dos años han deformado
hasta no reconocer nuestro sistema sanitario público que excluye a
personas por su procedencia, penaliza a las personas enfermas y
vulnerables con re-pagos injustos e insolidarios. Una joven ley en la
que nunca creyeron como la de la dependencia ha quedado en papel
mojado abandonando a las personas dependientes y sus familias.
Recortes indecentes en servicios sociales, en bienestar, en igualdad
entre mujeres y hombres. Un PP que se erigió como defensor de la
familia y, hachazo tras hachazo, las empobrece, sobrecarga y les
retira derechos con los mismos miramientos, ninguno, con los que
castiga a los pensionistas.
Cada
una de las políticas del PP ataca al corazón de la igualdad de
oportunidades. Un PP neoliberal, neoconservador y autoritario –aliado
con las fuerzas más radicales y reaccionarias como el Círculo
Balear o el Instituto de Política Familiar- que ha puesto el foco en
la educación como la piedra angular de una contra-reforma elitista y
segregadora de graves consecuencias sociales. Azotan con fuerza los
cimientos de la educación pública como garante de la igualdad de
oportunidades que remueve el determinismo social, el clasismo. Se
atrincheran y no dudan en utilizar los peores métodos, las
represalias políticas a directores, amenazas de listas negras,
listados de alumnado huelguista que nos recuerdan demasiado a las
represalias a la Institución Libre de Enseñanza y profesores
republicanos.
La
LOMCE abraza los planteamientos del mercantilismo y la competitividad
alejándose de criterios de ciudadanía. La purga a la asignatura de
Filosofía no es inocente. No quieren fomentar la reflexión y
espíritu crítico. El Tratamiento Integrado de Lenguas en Baleares
es una farsa y un despropósito pedagógico. Ellos colocan el anzuelo
–en este caso la cuestión del catalán- y ¡a picar! Velando la
causa de esta huelga: los recortes en educación, el aumento de
alumnado por aulas, que haya más de mil profesores interinos menos
dando clases. Han retirado profesores de apoyo a los que más
problemas tienen, a la atención a la diversidad, jóvenes con
necesidades educativas especiales, auxiliares de conversación. Han
endurecido el criterio de acceso a las becas –que ya no son un
derecho- y han subido las tasas universitarias. El alumnado con más
dificultades sociales no accede a las becas de comedor por el retraso
de un año.
Éstas
y no otras son las causas de la huelga. La actitud autoritaria del PP
adoptada con el TIL ha sido la gota que ha colmado el vaso. Sólo un
anticipo de lo que espera a Rajoy con su reforma de la ley de
educación.
El
Estado ha de priorizar los recursos desde criterios de igualdad y
re-distribución. Y el Govern actúa como Robin Hood pero al revés.
Se lo quita a los pobres para dárselo a quien no lo necesita:
seguros privados, colegios privados del Opus que segregan por sexo,
fundación Kovacs con programas de pseudociencia, etc.
Ya
está bien de deformaciones, de manipulaciones, de prostituir las
palabras, de mentiras. Mentiras de Rajoy, mentiras de Bauzá,
mentiras de Salom del tipo "importar basura para quemar en
Mallorca es economía verde".
Hágannos
un favor, no insulten más a nuestra inteligencia.