Estamos a tan sólo dos días
de unos comicios que se presentan determinantes. Mañana es jornada de reflexión. La ciudadanía con
un simple gesto -depositando una papeleta en la urna- decidirá si
avala las políticas que se han llevado a cabo estos años o por el
contrario, quiere un cambio.
Los
socialistas de Baleares presentamos un nuevo contrato social. Con un
programa económico, social, laboral, ambiental, feminista y cultural
resultado de un gran proceso de participación que será un revulsivo
para el cambio de modelo que Baleares necesita. Representamos el
cambio para limpiar y regenerar nuestras instituciones y la vida
política, el cambio porque en el centro de la agenda pública
estarán las personas y los servicios públicos, el fortalecimiento
del estado del bienestar, la re-municipalización de servicios
públicos esenciales como el agua -y no el compadreo con los
intereses privados que han encontrado en los gobiernos del PP, unos
perfectos aliados-.
Somos
el cambio, el cambio seguro. Seguro porque tenemos un gran equipo de
personas capaces para liderarlo, porque somos un partido con
identidad, con un bagaje de 136 años de historia, con representación
en la práctica totalidad de municipios, que ha formado parte de
todas las luchas democráticas y conquistas sociales de este país y
cuya “herencia” no es otra que el patrimonio de la ciudadanía,
el “Estado del Bienestar” -un estado del bienestar que esta
legislatura se ha desguazado a pasos agigantados dando paso a un
estado de mercado-. Seguro, porque tenemos unos valores firmes,
porque sabemos conectar con el espíritu de los tiempos, hacer la
auto-crítica necesaria, reconociendo errores para superarse y
renovarse. Seguro, porque la experiencia -aunque haya quien la quiera
denostar invocando a “lo nuevo”- siempre es un plus.
Defendemos
un pacto entre generaciones, de toda la sociedad: hombres, mujeres,
jóvenes, mayores, parados, trabajadores, agentes sociales. Un pacto
para volver a generar las oportunidades que se han perdido por el
camino y para transformar la desesperanza en ilusión. Necesitamos un
cambio en el fondo y en las formas. Por ello, tanto los sindicatos
como la comunidad educativa tendrán el reconocimiento institucional
que se merecen en Baleares. El PSIB se ha adherido al Pacto por la
Educación, con la firme voluntad de que se convierta en un pacto
social más amplio cuando Francina Armengol sea presidenta. Un pacto
acompañado de una fuerte inversión pública para restituir la
calidad en la enseñanza, el número de docentes y todo el daño
causado esta legislatura.
Los
socialistas tenemos muy claro que la sanidad es una piedra angular
del estado del bienestar. Y ya está bien de mercadear con ella, por
tanto, volverá a ser universal y gratuita. Eliminaremos los nuevos
co-pagos de la cartera de servicios y el co-pago farmacéutico a los
pensionistas. Dejaremos de cobrar los 10 € por tarjeta y
devolveremos la tarjeta sanitaria a las 20.000 personas a las que el
PP les ha robado con la única finalidad de que la privada ganara
volumen de negocio. Una sociedad decente como la balear no puede
volver a dejar morir a una persona sin papeles como Alpha Pam,
víctima de un real decreto criminal.
La
lucha contra la pobreza, especialmente la infantil y la desigualdad
estará en el centro de nuestras políticas. Ni una persona sin
recursos se quedará sin cobertura social. Para ello transformaremos
de manera progresiva el actual sistema de rentas mínimas en un
sistema de renta básica, reconociendo una nueva prestación
económica y el ejercicio de un derecho subjetivo.
En
casos de desahucios, el Govern intermediará con las entidades
financieras para evitar las ejecuciones hipotecarias y dar
alternativas a las personas que se encuentren desamparadas. Si es
necesario, pondremos en marcha medidas de expropiación temporal en
casos de desahucios en vivienda habitual por parte de bancos. Nuestro
marco competencial nos permite poner en marcha medidas de segunda
oportunidad para que las personas no tengan que abandonar sus casas y
actividades económicas. Estas acciones irán acompañadas de un
programa de alquiler social público aprovechando el gran stock que
hay de pisos vacíos de entidades financieras. Gravaremos fiscalmente
las viviendas vacías con fines especulativos y realizaremos
convenios entre propietarios y entidades sociales para garantizar el
derecho a la vivienda. Los socialistas lucharemos también contra la
pobreza energética, no permitiendo que se corte el suministro básico
de electricidad o agua a las familias. Lo hemos defendido esta
legislatura presentando propuestas en este sentido en diferentes
instituciones y dando ejemplo desde los Ayuntamientos donde hemos
gobernado.
Para
evitar la exclusión social iremos al núcleo: el mercado laboral y
las políticas laborales. Derogaremos la reforma laboral del PP
cuando lleguemos a la Moncloa y desde Baleares convertiremos las
políticas de ocupación en la cuarta pata del estado del bienestar,
destinando un 4% del presupuesto autonómico a políticas activas de
ocupación, reforzando la inspección de trabajo con planes
específicos contra la explotación laboral e impulsando un plan de
choque para la ocupación, dando salida a los colectivos más
vulnerables, especialmente las personas mayores de 50 años y con
cargas familiares. Si el PP ha gestionado 2800 ofertas de empleo al
año, nuestra compromiso es que haya al menos 15.000 anualmente. Para
ello, mejoraremos los recursos de formación de nuestros parados ,
fomentando que los jóvenes que abandonaron los estudios se
reenganchen y contratando parados en empresas para prácticas
profesionales.
La
formación ha de ser el motor del cambio de nuestro modelo
productivo, trasvasando a sectores con futuro trabajadores que están
en estos momentos desempleados.
Nuestro
mercado turístico está en una encrucijada. Debemos afrontar los
retos de modernización que tiene por delante, abordando un cambio de
modelo de nuestra economía, no por decreto, sino desde la
cooperación con los diferentes agentes sociales, a través de un
gran Pacto Social por la ocupación, competitividad y cohesión
social. Nuestro compromiso es con la calidad turística y
medioambiental. La calidad turística sustituirá al precio único
como único factor de competitividad. No valen buenas temporadas
turísticas sin trabajo con derechos y de calidad. Para ello,
regularemos el “todo incluido” desde parámetros de calidad,
actuando sobre zonas maduras que nos restan competitividad y
regulando la oferta especializada para mejorarla.
Para
la necesaria regeneración democrática desde el Partido Socialista
hemos apostado por la fórmula “un político, un sueldo” y por
limitación de mandatos en un mismo cargo. Propondremos en el
Parlamento un duro régimen de incompatibilidades para prevenir
puertas giratorias y una ley de transparencia ambiciosa que refuerce
la transparencia, la participación y la rendición de cuentas. Nos
sumamos a la petición de la creación de una Oficina Estatal
Anti-corrupción que actúe en todo el sector público estatal para
fiscalizar bien el dinero público.
Y
como se acabaron los tiempos de grandes promesas que se las lleva el
viento, proponemos la creación de una comisión parlamentaria de
seguimiento del programa electoral que estará presidida por el
principal partido de la oposición, además de contar con la
presencia ciudadana a través de la figura del Síndic de Greuges.
Una comisión que vele por el grado de cumplimiento de las promesas
electorales con los que nos hemos presentado a estas elecciones.
Nuestro
proyecto es fruto del compromiso con el bienestar de las personas y
el interés general. Con los servicios públicos, los derechos y
libertades. Un proyecto para las clases medias y populares. Un
proyecto para los trabajadores y trabajadoras de esta Baleares.
Gobernaremos para la mayoría.
Si quieres apostar por el cambio seguro, este domingo vota socialista. Vota al PSIB-PSOE.