martes, 21 de junio de 2011

Nosotros teorizando y la derecha conquistando


Ayer por la tarde asistí a la conferencia organizada por el departamento de Filosofía y Trabajo Social de la UIB que planteaba una extrapolación del caso islandés a nuestro país. Al hilo del movimiento 15-M se invitó a Hördur Torfarson, activista por los derechos homosexuales y el artífice de una revolución sin parangón en Islandia. Compartiendo mesa estuvo el siempre grande y provocador Leo Bassi, y figuras del mundo académico y un representante del movimiento 15-M.

El caso de Islandia ha sido un claro ejemplo de la desinformación–resulta alarmante que los medios tradicionales le hayan dedicado antes del 15-M tan escasa relevancia informativa cuando en internet se estaba cociendo una buena. Islandia ha conectado con Seatle, con Porto Alegre y ha acabado en una Spanish Revolution (no entiendo el anglicismo) que no es más que la rebeldía pacífica de un pueblo que dice entre otras cosas basta a los abusos de los especuladores y de los bancos.

El 11 de octubre de 2008 el primer ministro islandés se dirigió al Parlamento y afirmó ante sus diputados “que dios nos salve”. Este hecho motivó a Torfarson a preguntarse que por qué no podían salvarse ellos mismos. Y durante unas semanas fue cada día a las 12 h al parlamento a preguntar a diputados y ciudadanas qué podían hacer para salvar a su país. A partir de ahí se articularon 3 peticiones concretas de dimisión: al director del banco nacional, miembros del comité nacional y las autoridades financieras. Y lo consiguieron, no sólo eso, sino hacer aflorar la cantidad de corrupción que había en su país –aunque en su imaginario de prosperidad se les escapaba la especulación financiera- y en esos momentos están en proceso de elaboración de una nueva Constitución redactada con un proceso abierto y participativo a través de la selección de un grupo representativo de 25 personas y la ayuda inestimable de la red. El peligro que le ven al final del proceso, es que los políticos, con el tono posibilista de siempre, rebajen las exigencias y expectativas de la ciudadanía.

Islandia se ha convertido en un modelo para muchas de las personas indignadas que forman parte del 15-M. Es la constatación de que se tienen que buscar fórmulas alternativas y más democráticas, no tan sólo de legitimación puramente representativa, sino más de democracia directa, y aquí los foros de ciudadanía, consejos de barrio, los ayuntamientos en definitiva, juegan un papel decisivo.

La manifestación del domingo ha de dar pie a reflexionar de manera conjunta, a escuchar las voces de los indignados e indignadas que tienen poderosas razones para estarlo. Miles de personas que de manera pacífica se manifestaron y evidenciaron que los vergonzosos actos violentos en el Parlamento Catalán fueron perpetrados por personas que no han entendido el espíritu del movimiento.

No deja de sorprenderme que en Barcelona en toda una amplia zona se desconectara la conexión wi-fi y no hubiera cobertura telefónica. ¿No es este hecho sospechoso de atentar contra la libertad de expresión y de comunicación?

El acercamiento a este movimiento entiendo que debe hacerse con cautela, con cautela por dos sencillas razones: una, no debe ser un acercamiento oportunista, sino sincero, motivado por la reflexión ideológica del momento histórico en el que nos encontramos y de la necesidad de democracia que hay. Necesidad de democracia porque la gente, y me puedo incluir en esta aspiración, está harta de que quienes dobleguen la soberanía popular, dictaminen las políticas europeas y pongan en jaque las primas de riesgo y jueguen con las deudas soberanas de los países, comprometiendo las políticas públicas y el Estado del Bienestar sean los mercados, los especuladores y las grandes corporaciones.

Durante estos años ha habido un gran desplazamiento democrático. Los mercados han ocupado el lugar de la democracia, les hemos CEDIDO el espacio. Y aquí los partidos socialdemócratas europeos somos responsables. Co-responsables. Y necesitamos tal purga ideológica y tal cambio de rumbo que la próxima conferencia política que tenemos por delante es un verdadero reto. No se si es una utopía o un verdadero punto de partida para marcar un cambio de rumbo, cambio de rumbo que por otra parte, dirigirán los mismos timoneles...

La segunda razón es por el propio descrédito que tenemos los políticos en general y la política. No deja de preocuparme que me puedan ver como una persona pervertible, presuntamente corrupta cuando lo que nos motiva y creo que durante estos años las personas socialistas que hemos formado parte de las instituciones hemos mostrado una clara vocación de servicio público y compromiso con la gestión pública honrada y transparente, con el interés general, la igualdad de oportunidades y cohesión social.

Aun compartiendo que deban buscarse fórmulas para garantizar una mejor representación de los partidos y de las minorías, también defiendo que en nuestro Estado de Derecho hay mecanismos para la integración de todas las ideas, y Bildu es un ejemplo de ello, y de que nuestro sistema parlamentario de representación, aunque mejorable, no es malo. Tampoco hay que olvidar que detrás de cada partido, hay miles o millones de votos, de personas que han depositado su confianza en nosotros. Y el sistema, cuenta los votos emitidos, el reto es que la gente no se quede en su casa.

Hablamos mucho de que estamos en un cambio de época pero parece que nuestras raíces que contactan con la realidad han sido cortadas. El jodido mal menor aparece en escena. Y la gente está cansada de males, mayores o menores. Un mal menor, con la promesa de un bien futuro o de un mal mayor, es siempre un mal. Y en esta crisis, hemos defraudado las expectativas de millones de personas.

Me dolió en el alma cuando en un momento determinado de la exposición un ponente afirmó que el PSOE estaba inmerso en la inercia neoliberal y que había sido el verdadero artífice de la revolución neoliberal en nuestro país. Me dolió pero hemos de analizar con la ayuda de expertos qué hemos hecho y dónde estamos. La tercera vía que ha representado Zapatero y Blair, que no es más que la asunción del triunfo del modelo capitalista sin cuestionamiento alguno, unido a parches de índole social para un mantenimiento “equilibrado” del sistema nos ha petado. Supongo que el fin de la historia no ha hecho nada más que volver a empezar de nuevo, o quizás no y en este momento nos tenemos que apear. Otra vuelta de tuerca sería inaceptable.

Las conclusión que extraigo de la conferencia de ayer es que el Partido Socialista tenemos que rearmarnos, ideológicamente, conectando con nuevas sensibilidades, asumiendo como propios los retos y necesidades de la gente, anteponiendo sus intereses a los del sistema financiero. La dación en pago de las viviendas en el caso de no poder pagar es una exigencia moral y democrática de nuestro tiempo. ¿pero de qué lado estamos? No importa cuantos impedimentos haya, si es posible, a por ello.

Yo creo que algo sí ha pasado con esta debacle y con el 15-M y que algo profundo está pasando, y no verlo es no querer verlo. Más allá de si hemos perdido las elecciones por incomparecencia o análisis pragmatistas, debemos analizar el rol de un partido como el nuestro en la primera década del S.XXI. Nos hace falta una segunda transición democrática, una revolución 2.0 si se me permite la analogía, desde el respeto al pasado, pero sin sacralizarlo, ya está bien de vacas sagradas y de tabúes limitadores. Apostar por el laicismo en este país eliminando prebendas y privilegios a la Iglesia Católica de una vez por todas, profundizando en una verdadera democracia donde podamos decidir si queremos seguir en una monarquía o apostamos por un sistema donde cualquier persona pueda optar al cargo de jefe/a del Estado, sin apelaciones a dogmas ni romanticismos, mejorar la calidad democrática y el acceso a la participación ciudadana, y aquí los barrios, los núcleos pequeños, la democracia municipal juega un papel importante.

Necesitamos hoy más que nunca un giro a la izquierda. Pero de hechos, no de discurso.

Sin embargo, la realidad, paralela apunta a recortes y medidas duras que va a hacer el PP en las CC.AA y Ayuntamientos. Ayer Dolores de Cospedal anunciaba entre los recortes, la eliminación del Consejo Económico y Social de Castilla La Mancha y al Defensor del Pueblo, organismos fundamentales para conocer la realidad social y para articular respuestas institucionales de protección a la ciudadanía dada nuestra vulnerabilidad.

En Baleares, el personal docente ha pasado a ser “recursos humanos”. Delgado se pasará el Estatuto de Autonomía por el arco del triunfo y se privatizarán servicios públicos básicos, "para que funcionen mejor" - dicen. ¿Mejor para quién, para las empresas adjudicatarias?


Nosotros teorizando y la derecha conquistando.


** utilizo una foto del movimiento que me parece fantástica**

jueves, 9 de junio de 2011

100 días de tregua


Me he estado preguntando cuál es el motivo por el que suelen darse 100 días a los gobiernos antes de que la oposición inicie su función crítica.

100 días fue período de exilio de Napoleón, antes de reconstruir el gobierno y declarar la guerra a Prusia e Inglaterra.

Roosevelt creó una agenda de reconstrucción del país de 100 días en un contexto de crisis financiera

En 100 días se puso en marcha el proyecto del New Deal y el congreso americano aprobó 15 grandes leyes.

Es decir, 100 días es el margen de tiempo que en Estados Unidos se ha dejado tradicionalmente a sus presidentes para emprender cambios y como buenos receptores de la cultura del imperio, tal es una idea aceptada, como tiempo prudente de cortesía.

Sin pretender ser “descortés” no deja de sorprenderme la filosofía del Partido Popular, de su líder Rajoy y del futuro president Bauzá. Lejos de haber aprendido alguna lección de nuestra historia reciente, sobre la especulación, la ley del suelo de Aznar, burbuja inmobiliaria, van a volver a llevarnos por la misma senda del crecimiento especulativo, depredador del territorio que es un callejón sin salida de pan para hoy y hambre para mañana que nos condenará a crisis cíclicas con elevados costes sociales como ya estamos viviendo.

Escuchar a Rajoy en el Círculo de Economía planteando volver a impulsar la deducción por compra de vivienda, es un insulto a la inteligencia. Y la comparación de nuestro Estado del Bienestar con países africanos, un escupitajo a la cara ¿o una declaración de intenciones?

Bauzá, en su versión balear desbloqueará proyectos como el de la protección del humedal de Ses Fontanelles y recuperará campos de golf en entornos de gran valor paisajístico y medioambiental.

Alegando seguridad jurídica e interés general (traduciendo del lenguaje pepero esto significa, especuladores del mundo uniros y venid a destrozar el territorio que el interés general es el del capital y las cuestiones ambientales son pequeñas jodiendas menores que hay que salvar) todo parece indicar que los “megaproyectos” van a volver a estar a la orden del día. Por la cuenta que le trae a la Serra de Tramuntana, esperemos que la UNESCO la declare Patrimonio de la Humanidad. El eterno retorno de lo idéntico, diría Nietzsche.

Proyectos depredadores con el territorio y privatización del sector público, beneficiando a empresas afines per “moure economia” ya que se trata de trabajar...

En fin, mi recomendación filmográfica ya que vamos de 100 días, y reivindicando la figura de Pasolini, anarquista que intuyó de cómo el mayo francés acabaría con una gran panda de yupis dedicándose a la política, os recomiendo Saló, o los 120 días de Sodoma.