martes, 24 de enero de 2012

EL PSOE, garantía de Igualdad

Se acerca una cita importante para las mujeres y hombres socialistas, donde elegiremos para los próximos años, la persona que lidere el nuevo rumbo que el partido necesita.

Me sumo, como socialista y feminista con responsabilidades orgánicas, Secretaria de Igualdad del PSIB-PSOE, a la exigencia de continuar profundizando en los años venideros en dinámicas dentro del partido que promuevan la igualdad de género en todos sus aspectos, especialmente en los orgánicos, en los temas estatutarios.

Desde Baleares presentamos muchas enmiendas a la Ponencia Marco que l@s delega@s defenderán, para promover como criterio formal las listas paritarias cremallera, asegurando en todos los nombramientos, sea de la índole que sean un equilibrio que sea representativo de toda la sociedad.

El PSOE ha sido el motor fundamental de los avances en materia de Igualdad entre hombres y mujeres en nuestro país. Desde la incorporación en nuestros Estatutos de las primeras medidas para incentivar la presencia de mujeres en el partido y en sus órganos de decisión y de representación, hasta la adopción de la democracia paritaria en 1997, en el 34 Congreso federal del Partido, la igualdad entre hombres y mujeres se ha convertido no sólo en una de las señas de identidad de nuestro partido sino en un principio irrenunciable en el camino hacia una sociedad realmente democrática y garantía ineludible para lograr un desarrollo económico y social de nuestro país más justo y equitativo.

Desde entonces, el Partido Socialista ha sabido trasladar ese impulso en materia de igualdad de género a sus responsabilidades como gobierno, conformando el primer Gobierno paritario de la historia de España e impulsando las principales leyes en materia de igualdad de género con las que hoy cuenta nuestro país –la Ley para la Igualdad Efectiva entre hombres y mujeres, la Ley contra la Violencia de género y la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo- y que nos han situado como un referente mundial en cuanto a políticas de Igualdad.

Han pasado ya quince años (tres lustros) desde que asumimos nuestro firme compromiso con la democracia paritaria y, pese a los avances realizados, no se ha logrado alcanzar esa representación paritaria en las instituciones y persiste un techo de cristal que debemos tratar de romper si queremos conseguir la paridad real en nuestras estructuras organizativas e institucionales.

La subrepresentación de las mujeres en los puestos de decisión no sólo implica una pérdida de talento, sino también una pérdida muy valiosa de experiencias en las que fundamentar las nuevas políticas que debemos construir para recuperar la confianza de una ciudadanía progresista que se ha alejado puntualmente de nuestro proyecto político, pero que comparte mayoritariamente nuestros valores y nuestras ideas. Esa lejanía ha resultado especialmente significativa en las mujeres que desde las primeras elecciones democráticas nos habían venido prestando su apoyo.

Por ello, consideramos necesario trasladar a nuestra organización las acciones y mecanismos necesarios para hacer realidad el derecho a la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de decisión y estructuras de poder, en igualdad de condiciones con los hombres.

En unos momentos en los que el Partido Popular se dispone a hacer tabla rasa de las políticas de Igualdad, desmantelando las estructuras, instituciones y leyes tan arduamente construidas para acabar con la discriminación de las mujeres y sus manifestaciones más perniciosas –la violencia de género, la prostitución y trata de mujeres, las brechas de género en empleo, en salario, en formación, subrepresentación en los ámbitos de poder y decisión…- el Partido Socialista debe convertirse en elemento de control y denuncia permanente de esas tropelías y seguir enarbolando la bandera de la igualdad entre hombres y mujeres, de cara a la ciudadanía, e, internamente, en un modelo de organización y participación paritaria.

Debemos ser capaces de modificar aquellas estructuras de nuestro Partido donde todavía persisten, en la práctica, actitudes, comportamientos y normas de actuación que relegan a las mujeres a un segundo plano y las segregan a funciones de apoyo o de menor relevancia.

Debemos seguir consolidando la presencia de las Secretarías de Igualdad en las Comisiones Ejecutivas del Partido en todos sus niveles (federal, regional, provincial y local).

Debemos comprometernos a mantener, en nuestro Partido y en las instituciones que gobernemos, las estructuras de Igualdad dotándolas de la suficiente capacidad de maniobra para influir transversalmente en todos los niveles y ámbitos de decisión, formales e informales, consultivos o de decisión.

Debemos seguir impulsando la democracia paritaria y trabajar desde las bases del Partido, para promover liderazgos femeninos y conseguir que se consoliden: no podemos seguir manteniendo que la necesaria renovación en los cargos se lleve siempre por delante a las mujeres. Tenemos que frenar la precoz “muerte política” de tantas mujeres que logran llegar a puestos de responsabilidad y luego desaparecen sin consolidarse.

Consideramos necesaria la creación de una Comisión Federal de Igualdad, que vele por el cumplimiento de los principios de Igualdad y de democracia paritaria en todos los ámbitos orgánicos e Institucionales sobre los que tenga competencia.

Debemos conseguir que la ciudadanía vea reflejada en nuestro Partido –en nuestra manera de actuar y en nuestras normas de funcionamiento- esa aspiración irrenunciable a conseguir una sociedad en pie de igualdad que tanto preconizamos.

El partido debe abrirse a la sociedad. Debe mejorar la comunicación con la sociedad y el conocimiento de la realidad. Para ello es esencial el establecimiento de canales fluidos y estables con la sociedad civil organizada, muy especialmente con el movimiento asociativo de mujeres feministas con quienes comparte caminos y objetivos. A estas alturas de nuestra historia, o el socialismo es feminista o no es socialista, sin olvidar que el socialismo feminista no es patrimonio de nadie, que pertenece a multitud de mujeres y hombres, militantes socialistas o no.

En este sentido, el trabajo conjunto debe ser una estrategia clave y prioritaria para avanzar en igualdad. Para consolidar y seguir ampliando los logros alcanzados con el esfuerzo del feminismo incardinado en el socialismo e impedir los amagos de retroceso que con el pretexto de la crisis amenazan a la igualdad. Para acabar con la tentación de “devolver a la mujeres al hogar” perpetuando roles y esteriotipos tradicionales basados en la división sexual del trabajo. Para luchar contra las falacias creadas por el fenómeno del neomachismo y evitar que los nuevos mitos creados en torno a la violencia de género contribuyan a la involución del progreso alcanzado. Para que la abolición de la prostitución y erradicación de la trata de mujeres pase a la primera línea de la agenda política. Para el desarrollo en todo el país de los derechos sexuales y reproductivos…..

El compromiso del partido en todos estos ámbitos ha de ser claro y rotundo evitando mensajes confusos y, en ocasiones, contradictorios que han contribuido al distanciamiento y desconfianza de muchas mujeres y hombres. En definitiva, la ciudadanía debe recuperar el sentimiento de que el Partido socialista es la fuerza política que más se parece a la sociedad de nuestro país y que es la que mejor representa y atiende a sus necesidades e intereses.


jueves, 5 de enero de 2012

¡No me hablen de seguridad jurídica!


Cada vez que escucho al PP hablar de seguridad jurídica, tiemblo.

Ya hace unas semanas critiqué la injerencia del Instituto de Política Familiar y los grupos fundamentalistas católicos que niegan el derecho de las mujeres a decidir. Consiguieron, en principio, que el Govern eliminara el presupuesto del concierto con las clínicas privadas. Digo en principio, porque luego tuvieron que recular, aunque sólo aparentemente.

Ahora vuelven a la carga vulnerando la ley de salud sexual y IVE pretendiendo que las mujeres paguen primero la prestación por interrupción del embarazo y luego la administración la reembolse.

Sr. Bauzá, está jugando con nuestros derechos.

Mienten cuando dicen que nosotros no cumplíamos la legislación. ¿Cómo puede ser a causa de su desidia y dejadez, que a día de hoy no hayan pactado, conveniado ni protocolizado absolutamente nada con las clínicas privadas acreditadas para este tipo de intervenciones? ¿Se imaginan la indefensión que generan a las mujeres usuarias del sistema público de salud que tengan que ser derivadas a una privada y les digan que primero tienen que pagar?

¿la desigualdad que generan entre las que pueden abortar en cualquier sitio y las que dependen de la red pública?

Están maltratando a las mujeres más vulnerables, provocando una burocratización innecesaria y obligando a pasar primero por caja y luego reembolsar. No sólo no se cubre desde la pública, sino que además, obligan a pagar. Qué despropósito.

¿Está dispuesta la consellera Castro a asumir un incremento en el porcentaje de abortos clandestinos? ¿Qué las mujeres se la jueguen porque no pueden pagar?

Indecente su negligencia y pasotismo, con su decisión están abocando a muchas mujeres a circuitos nada recomendables para su salud.

Seguridad jurídica significa cumplir las leyes aunque no les guste. Y la ley de salud sexual y reproductiva de 2010 implica que el Govern se tiene que hacer cargo presupuestariamente de tal prestación, porque es un derecho de las mujeres que está reconocido en la cartera nacional de salud.

Es intolerable que pisoteen nuestros derechos y pongan palos a las ruedas al cumplimiento de tal ley. Déjense de subterfugios. Si no les gusta y no respetan tal derecho, lo pueden modificar por vía legislativa; ahora bien, encontrarán nuestras más firme oposición, y a la mayoría de mujeres de este país que no están dispuestas a que las lleven a la edad de piedra.