Aprovecho desde aquí para expresar mi solidaridad con el profesor Jesús Neira, quien resultó herido al tratar de defender a una mujer que estaba siendo víctima de malos tratos.
Jesús Neira, al advertir al agresor de que si proseguía en su actitud iba a llamar a la policía, recibió varios golpes y patadas, que le provocaron en los días posteriores una hemorragia cerebral que le mantiene en estado crítico.
Desgraciadamente, éste no es el único caso de este tipo. Podemos recordar que el año pasado un joven estudiante murió de un mal golpe cuando intermedió en una agresión de similares características, en una parada de autobús.
Es trágico que quien intenta ayudar en una situación de violencia contra las mujeres, salga tan malparado como esta persona.
Es necesaria una gran sensibilización social para que exista tolerancia cero a la violencia de género, que se presenta como una de las problemáticas sociales más complejas de nuestra sociedad. Es necesaria tal sensibilización y educación para que ni una sola mujer aguante una sola agresión, denunciando a la persona que la agreda a través de los mecanismos institucionales que existen.
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