Hoy vuelve a repetirse el drama de la violencia de género en nuestro país. Una mujer de 72 años muere acuchillada en su casa, en Álava. Presuntamente, ha sido su marido quien ha acabado con su vida.
El tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual es una práctica consolidada en la millonaria industria del sexo. Mallorca no se escapa a estas redes que explotan mujeres prostituyéndolas de manera forzada. La Policía Nacional ha desarticulado una banda que captaba mujeres en Bulgaria con falsas promesas de trabajo y mejores condiciones de vida y las explotaban y expoliaban, obligando a estas personas a darles todo el dinero.
Necesitamos de una mayor cooperación institucional entre los organismos internacionales y autonómicos que luchen contra la nueva esclavitud del siglo XXI: la explotación sexual. También se precisa un gran esfuerzo pedagógico a nivel social para que los hombres dejen de considerar los cuerpos de las mujeres meros objetos de mercadería, a los cuales tienen acceso por un puñado de euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario