Este mes de septiembre se
está convirtiendo en una odisea para miles de familias mallorquinas.
La vuelta al cole ha supuesto un desembolso sin precedentes por la
subida del IVA del material escolar del 4 al 21%.Menos becas de
estudio, aumento de las tasas universitarias del 50%. Una vuelta al
cole marcada por el deterioro en la calidad de la escuela pública,
por el aumento de ratios de alumnado por profesor y por la
contratación de 600 profesores menos en las islas.
El PP ha engañado sin
escrúpulos a la ciudadanía. Ni un año gobernando y ha congelado el
salario mínimo interprofesional, hecho sin precedentes en nuestra
historia democrática, con las implicaciones que tiene esta decisión
en la obtención de ayudas públicas, inembargabilidad del salario, y
congelación salarial para las personas que lo cobran.
Ha empobrecido a las
familias con una retención mayor del IRPF, pensionistas incluidos,
desoyendo a organismos tan poco progresistas como el FMI, que
sostiene que en contexto de recesión, no es conveniente subir ese
tramo.
Los datos del paro son
negativos en el mes de mayor actividad del año, 74.960 personas
paradas en Baleares. Un 50% de las personas inscritas en el SOIB no
tienen ningún tipo de prestación, y desde Baleares no se destina ni
un € en políticas activas de empleo.
La reforma laboral del PP
fomenta el despido y el contrato precario, siempre insuficiente para
los exprimidores de la CEOE y tanto recorte del gasto e inversiones
suponen ir en la dirección contraria a la reactivación económica.
La modificación del Plan Prepara deja a los jóvenes vendidos. Sin
trabajo y sin prestación, y encima, se tienen que “joder” según
la desvergonzada de Fabra, por vagos.
Rajoy está echando más
leña al fuego con sus medidas pro-cíclicas. Hollande nos está
enseñando un camino diferente desde la socialdemocracia. Austeridad
y eficiencia, toda la necesaria, pero la educación, la sanidad, las
pensiones son sagradas. Y los ajustes se han de hacer por una doble
vía, ingresos y gastos. En España, la derecha renuncia a impuestos
a las grandes fortunas y amnistía a los delincuentes fiscales. Las
previsiones de ingresos de Rajoy, como todas las medidas tomadas
hasta ahora, son un fiasco.
La economía española,
balear, mallorquina necesita de estímulos, se necesita invertir en
sectores económicos de futuro. Pero el PP está empeñado en repetir
las recetas del pasado, las del peor pasado: desde Eurovegas, a la
construcción del macro-hotel de Sa Rápita, pasando por traer la
basura de Europa a ¡una isla turística! Suena tan bizarro, que
reiría si no fuese verdad. A María Salom no se le ha ocurrido otra
genialidad que convertirnos en el vertedero de Europa para que la
empresa de gestión de residuos, TIRME, pueda seguir forrándose a
costa de nuestra economía, medio ambiente y salud. Desde el Grupo
Socialista hemos reivindicado una auditoría externa que corrobore
los informes técnicos, las previsiones de ingreso de toneladas de
basura y averiguar por qué se construyó un tercer horno si no era
necesario.
Este septiembre es bien
caliente, por no decir que arde. Si nuestros gobernantes no se ponen
manos a la obra para invertir esta situación, acabaremos rescatados
y con el Estado del Bienestar, desguazado. El summun de la perfección
para la derecha y el sistema capitalista.
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