jueves, 24 de mayo de 2012

La crisis como aliada


Golpear fuerte, golpear duro hasta dejarte noqueado, catatónico, en estado de shock, así podrían resumirse las pretensiones del PP. En realidad es una vieja teoría, de Milton Friedman donde las crisis se convierten en verdaderas oportunidades para el libre mercado, para darle otra vuelta de tuerca al capitalismo. Efectivamente, han venido a hacer aquello que deben hacer. Lo que Aznar en época de bonanza no pudo hacer a cara de perro por la impopularidad de esas medidas. Pero ahora, el contexto es idóneo, el peor de los mundos posibles se convierte en el mejor de los mundos posibles para el mercado, se convierte en el aliado del modelo neoliberal europeo, español. La crisis como aliada y pretexto al servicio de un modelo de precarización y explotación ilimitada. Al servicio de la destrucción del estado del bienestar europeo socavando sus bases para provocar un cambio de paradigma. Una transformación a una sociedad más desigual, más insolidaria, más injusta. Donde la caridad cristiana sustituya la obligación del Estado de garantizar derechos.

En Europa las alianzas entre las clases obreras y el capital dio como resultado el Estado del Bienestar, una buena protección social de los trabajadores, unos servicios públicos que garantizaban la igualdad de oportunidades, la cohesión social. Y ha funcionado bien, es sostenible a pesar de toda la propaganda ultraliberal.

Desguazar el Estado del Bienestar tiene suculentos beneficios para algunos, especialmente para lobbys sanitarios y de la educación privada porque ahí están las grandes partidas de las administraciones. No es gratuito que cierren dos hospitales públicos como Caubet y L'Hospital General, forma parte de el cambio de modelo del PP donde el derecho universal a la salud se convierte en una prestación por cotización, obligándote a reunir una serie de requisitos, los mismos que permitirán excluir desde premisas ideológicas fascistas a personas inmigrantes. Co-pago, cierres de hospitales, listas de esperas interminables, cierre de PACS por las tardes, eliminación de prestaciones de la cartera de servicios. El estado ya no vela por tu salud, tú eres el responsable de tu enfermedad.

El poder de los mercados es el poder de sus accionistas que se forran con nuestras deudas públicas, y el verdadero reto, más allá de las políticas de crecimiento absolutamente necesarias para no estrangular más las economías y sus gentes, es el modelo, la construcción del modelo europeo, de ejercer contrapuntos potentes para recolocar en su sitio a la democracia, que ha cedido su soberanía, desde su no acción, su no intervención propiciada por el modelo del “dejar hacer”, el laissez faire, que es el mecanismo más potente para la reproducción del propio sistema, y el punto fuerte que hemos de de atacar desde la socialdemocracia para volver a recuperar las riendas de la política y empezar a poner en su sitio a los organismos internacionales y reconstruir las bases de la economía desde el principio de justicia social y la solidaridad. Éste ha de ser el reto de la izquierda europea, romper el techo de cristal ideológico del neoliberalismo que nos constriñe con su lenguaje, con su ideología y pensamiento único y generar alternativas.

El PP está atacando derechos básicos de ciudadanía e hipotecando nuestro futuro. Atacar la educación pública tendrá consecuencias sociales y laborales muy graves a largo plazo. Quizás es lo que les interese: analfabetos funcionales para competir con China en precariedad.

El grado de precariedad y ausencia de expectativas de las y los jóvenes españoles, una generación que carece hoy en día de trabajo y expectativas, parece no preocuparle al PP. Y en lugar de sentar bases para una economía productiva, apostar por la ciencia, por el I+D+I, por la educación como factor determinante, le pega un machetazo histórico subiendo un 60% las tasas elitizando las universidades, generando mecanismos de exclusión social, apartando a los niños que tienen dificultades y no integrándolos, denigrando y precarizando las condiciones laborales del cuerpo docente y aumentando las ratios del alumnado por aula.

Mientras tanto Bosch sí encuentra dinero para concertar nuevas líneas con el OPUS y hacer experimentos de segregación lingüística que tendrá como consecuencia directa desigualdades entre los grupos más numerosos y los menos, una desigualdad en el acceso a los recursos y a la calidad de la educación.

Es indigno que un ministro como Wert se ría de las familias a quienes les quita el sueño una buena educación pública para sus hijas e hijos. Él vendrá de una familia que podía hacer un gran esfuerzo para pagarle una buena educación privada. Quizás, se le haya pasado a este ilustre ministro que la mayoría de familias de este país no llegan a fin de mes o que tienen todos sus miembros en paro y muchas están rozando la exclusión social, así que consejos elitistas e insensibles, los mínimos.

Un año de PP en Baleares y Mallorca y cinco meses a nivel estatal y todo ha ido a peor. Pero se trataba de eso: cuanto peor, mejor, más ganancias para unos pocos, más mercado, mientras, la sociedad se incendia.

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