viernes, 30 de marzo de 2012

Política del Miedo


Las elecciones asturianas y andaluzas han supuesto un varapalo a las expectativas del Partido Popular. Ni cien días de gobierno de Mariano Rajoy y la ciudadanía ya los tiene calados: el PP se aprovechó de la crisis y del drama social que ésta genera para acceder al poder y poner en marcha sus medidas ultraliberales y neoconservadoras que en otras circunstancias ni se atreverían a mencionar, pero que están en la base de su ideología.

Con sus políticas de recortes generan desigualdades cuando atacan la educación, la sanidad, la ley de dependencia y la reforma laboral que está en tramitación supone un retroceso de los derechos laborales sin parangón. Rajoy, en lugar de mirar hacia Europa está mirado de reojo al Sudeste asiático, se ha propuesto competir haciéndonos regresar al S.XIX, precarizando y dejando a los trabajadores sin derechos, a los pies de los caballos.

En Mallorca, el PP en el Consell sigue la estela de la contra-reforma ideológica, moral y económica urdida desde Génova. Sobra lo público, sobran instituciones, por sobrarles les sobra hasta el Estatuto de Autonomía. “Ahora no toca”. Lo tienen claro: adelgazar hasta llevar a la institución pública a la anorexia y que todo aquello a lo que renuncia el Consell, el Govern y el Estado sea cubierto por la iniciativa privada. Después de resucitar a Keynes para salvar a la banca lo han dejado dar tumbos, moribundo, para culparlo de la crisis y volverlo a enviar al inframundo. En época de dictaduras de los mercados, un político del PP “sabe” lo que tiene que hacer: facilitar las condiciones para que la inversión privada y que una vez destruido lo público ésta lo cope todo.

No es casual que la reforma laboral y el decreto ley de pago a proveedores se hayan lanzado a la par. Estrategias para laminar lo público y para intervenir desde el Gobierno Central en los Ayuntamientos, reduciendo su autonomía a través de los planes de ajuste. No olvidemos que las entidades locales son la puerta de entrada al Estado del Bienestar y que sus servicios públicos son fundamentales para garantizar la igualdad de oportunidades y la justicia social. Con este decreto, se lanza un torpedo en la línea de flotación de la soberanía municipal. El inicio de una ofensiva contra nuestro Estado Social.

Y en eso están. Gobernando en contra del interés general, beneficiando a los de siempre. Como Bauzá afirmó “Vamos a hacer lo que toca hacer y haremos lo que hay que hacer porque vamos a hacer lo que toca hacerY estamos viendo qué se traen entre manos, que era eso que toca hacer: des-regulaciones anarco-capitalistas, privatizaciones, degradación de servicios públicos, desprestigiar a los sindicatos, a lo público, a los políticos y la política -cosa que tanto les beneficia en las elecciones-, intervenciones encubiertas vía decreto ley, retrocesos en derechos sociales y libertades de las mujeres. El feminismo, el republicanismo, la igualdad de oportunidades o la separación Iglesia-Estado es para el PP un estereotipo de los 70. Su ideario de modernidad es la vuelta al nacional-catolicismo, a la Sección Femenina y a la economía decimonónica. Pura vanguardia política.

En sólo diez meses han vaciado al Consell de las competencias urbanísticas para que sea más fácil (divide y vencerás) invertir en la destrucción territorial y paisajística, dejando la puerta abierta a clasificar urbanizaciones como la de Es Guix, en plena Serra de Tramuntana, hipotecando nuestra economía y nuestro futuro, el de miles de trabajadores y trabajadoras, con políticas cortoplacistas que son -hambre para hoy y miseria para mañana-. Repitiendo fórmulas del pasado de las que deberían haber aprendido, porque fueron las causantes de la burbuja inmobiliaria que luego nos reventó en las manos.

Pero en lugar de aprender que ha sido su modelo económico y social el que nos ha conducido a toda Europa y al mundo a este callejón sin salida resulta más fácil cargar contra la herencia de los socialistas, de la socialdemocracia. Es su modelo el que está en crisis, por mucha mayoría absoluta que tengan, es un modelo insolidario, rapaz, que utiliza a las mayorías para gobernar para las élites y lobbies económicos. Su modelo es una actualización del despotismo ilustrado. El populismo del S.XXI aprovechándose de las necesidades de las personas, de la tragedia del paro, del miedo y desesperanza que utiliza como aliados. María Salom se sirvió de esta estrategia de la política del miedo en el debate de política general para generar todavía más inseguridad, frustración, caldo de cultivo propicio para recortes ideológicos. En el nombre de Dios y del Déficit todo puede ser justificado y nuestros derechos, sacrificados.

El Partido Socialista defendemos un Pacto por Mallorca, estimulando la demanda e invirtiendo recursos públicos para garantizar la cohesión social. Queremos un Consell fuerte y útil a la ciudadanía que se despliegue tal y como establece nuestra máxima norma que es el Estatuto de Autonomía.

Nos preocupa que desde que gobierna María Salom haya aumentado el paro en Mallorca -ellos que prometieron que lo bajarían-. Nos preocupa que haya dejado directamente en la calle a más de 300 personas. Que las 53.000 personas que se encuentran a día de hoy sin ninguna prestación vean cómo el Consell de Mallorca está cambiando las reglas para acceder a una renta mínima de inserción y ponerles trabas en su acceso, renta que es vital para muchas personas y sus familias. Renta mínima de inserción, no “reinserción” como la calificó María Salom en el debate, mostrando un profundo desconocimiento e insensibilidad social. Reinserción es lo que necesitan los delincuentes, como Jaume Matas, la renta mínima es una prestación para ayudar a las personas más vulnerables a no caer en la exclusión.

En definitiva, defendemos un Consell más comprometido económica y socialmente con los ayuntamientos, que pague sus deudas con éstos, para que no se tengan que endeudar con los bancos a intereses abusivos que pagaremos todos, defendemos seguir impulsando de nuevo los Planes Municipales de Servicios Sociales, apoyando a las entidades del tercer sector, reiniciando inversiones en las residencias para adaptarlas a la ley de la dependencia. Un Consell que defienda a Mallorca y los intereses generales. Un Consell al servicio de la ciudadanía.

Artículo publicado en Fundación Gadeso.


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