miércoles, 15 de octubre de 2014

El pacto firmando y con el mazo dando.

Justo ayer desayunábamos con la noticia de que en plena crisis el número de millonarios en España ha crecido en un año en 89.000 personas. Se ha duplicado respecto al año anterior, cuyo subida fue de un 13%.

Algo tendrán que ver las grandes ayudas en deducciones fiscales que el Gobierno de España ha otorgado -de manera ilegal según la Comisión Europea- a grandes empresas como Telefónica, Sabadell, Iberdrola, Albertis, Banco Santander. Miles de millones regalados mientras se lamina el Estado del Bienestar, se recorta en sanidad, educación, becas, dependencia, pensiones, etc.

Mientras a algunos les va fabulosamente bien, casi el 30% de la población española está en riesgo de pobreza, en situación de exclusión social y de gran vulnerabilidad.

La estrategia del PP ha sido depauperar los bolsillos de las clases medias y populares. El gran hachazo a las condiciones socio-laborales de los trabajadores ha venido de la mano la reforma laboral. Trabajadores y trabajadoras pobres que no llegan a fin de mes, que echan más horas que un reloj y que tienen contratos de varias horas a la semana. Esto si tienen trabajo. La gran cantidad de personas mayores de cincuenta años que no encuentran apoyo de las administraciones porque no se impulsan políticas activas de ocupación ni formación adecuada para reciclar a los trabajadores. Los jóvenes no corren mejor suerte.

Hay que joderse cuando nos muestran cómo ha crecido el índice de confianza empresarial. Yo no hablaría de confianza, sino de certeza absoluta en que la Patronal en este país ha consentido de la mano de la derecha, asiatizar España, pagando a 3,5 la hora de trabajo, machacándote a horas en negro, fines de semana, sin respetar convenios, ni negociación colectiva, ni derechos conquistados. ¡Esto sí que es confianza de la buena, la confianza que da tener un chollo!

Eso sí, ahora queremos atraer a turistas de lujo. Para que les sirvan trabajadores esclavos en un entorno paisajístico intercambiable. Qué importa si vienen a Mallorca, a Florida o a un resort del Caribe... Paisajes globalizados, mercantilizados, vacíos y sin alma como la aberración en Ses Fontanelles “Palma Springs” en el último humedal de Palma. Generará puestos de trabajo nos dicen, cuando lo que sabemos todos es que es un pelotazo, que es innecesario y que como en el Molinar, lo que se hace es una operación especulativa. ¡No han aprendido nada!

La pobreza es una cuestión estructural y sistémica. Con la globalización ha crecido entre países y dentro de los países. Cada vez los ricos son más ricos y el resto es más pobre. El capitalismo ha entrado en una dinámica caníbal de supervivencia a costa del erario público, del estado del bienestar, de destrozar nuestro territorio, el patrimonio público, de las transferencias de renta de la ciudadanía a las élites corporativas y financieras. Ya no es productivo ni genera renta y riqueza. Nos devora para sobrevivir.

Para combatir la pobreza hay que regular los mercados, hay que reformular las reglas del comercio internacional, del trabajo, de la cooperación internacional. Salir de la pobreza requiere de mejorar los salarios, para incentivar la rueda del consumo, de los impuestos. Requiere de políticas públicas proactivas que dinamicen la producción estratégica, también de una reforma fiscal en profundidad. Para que además de los de siempre, paguen los que hacen trampas e ingeniería fiscal.

Una de las propuestas del PSOE salida de la Conferencia Política es aumentar el salario mínimo interprofesional de modo que sea el 60% del salario medio. Si esto se hiciera hoy, supondría pasar de los 640 € actuales a 800 aproximadamente. También estamos comprometidos con una renta básica -no universal porque las Klopowitz no la necesitan- para las personas que verdaderamente la necesitan, que son cada día más. Blindar constitucionalmente los derechos sociales y por supuesto, derogar la infame reforma laboral que ha llevado a nuestro país a situaciones de esclavismo, aplaudido con las orejas por los grandes empresarios.

Estos días que convivimos con la alarma social del ébola debemos recordar que la verdadera pandemia se llama pobreza. Y que las instituciones y comunidad internacional tienen que involucrarse mucho más para garantizar los derechos humanos y la salud. En el Consell de Mallorca los socialistas pediremos que a través del Fons Mallorquí de Solidaritat se destinen 200.000 € a Médicos del Mundo y Cruz Roja para colaborar en la ayuda humanitaria contra el ébola.

Solidaridad internacional pero también derechos. Y no quiero acabar este post sin recordar que en Balears hay cerca de 20.000 personas a las que se les retiró la tarjeta sanitaria. Víctimas de un apartheid sanitario del PP que las expulsa en brazos de este sector tan lucrativo en nuestra isla como es la sanidad privada.

Firmar acuerdos contra la exclusión social al tiempo que practicas políticas austericidas, de recortes o de exclusión sanitaria es un ejercicio de puro cinismo que al PP se le da muy bien. Eso sí, Bauzá y Durán salen monísimos en la foto.






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