jueves, 23 de febrero de 2012

EL PP, SIEMPRE POPULISTA Y REACCIONARIO


Ha caído un mito para aquellas personas que veían en Alberto Ruiz Gallardón una figura moderada y “progresista” del Partido Popular. El paquete de reformas legislativas que ha planteado, además de tener un fuerte acento conservador es reaccionario respecto a legislación vigente. Nos hace retroceder 30 años.


La nueva propuesta de elección de miembros del Consejo General del Poder Judicial, bloqueada durante estos años por la mala fe del PP, supone una derechización del órgano a través del corporativismo de sus asociaciones conservadoras. Bajo el pretexto de una mayor independencia, lo que buscan es un reparto más favorable a sus intereses políticos escatimando al Parlamento su capacidad para elegir como representantes de la ciudadanía -plural y diversa- a los jueces y a las juezas.

Otra de las reformas anunciadas ha sido la modificación de la ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, aprobada en 2010. Desde luego, la familia Gallardón, padre y ahora hijo, pasarán a los anales de la historia por boicotear y legislar en contra de los derechos de las mujeres. Volveremos a la legislación de 1985, de supuestos, donde las mujeres tenemos que alegar problemas psicológicos para interrumpir un embarazo no deseado sin que cuente nuestra libertad. Volveremos -qué ironía- a la misma ley que su padre recurrió porque atentaba contra la moral nacional-católica. La misma que ha sentado al juez Baltasar Garzón en el banquillo de los acusados, avergonzando a la justicia internacional y a las asociaciones que defienden en todo el mundo los derechos humanos.

Y es que esta semana, ha sido una semana un tanto peculiar. Garzón en el banquillo por defender la memoria, la justicia y la reparación de las víctimas del franquismo y un personaje como Francisco Camps, el mismo que llamaba ‘amiguito del alma’ a un corrupto, o cuya mujer aceptaba los regalos de ‘El Bigotes’, ha sido declarado no-culpable. La sentencia será recurrida, por lo que puede ser revocada por un tribunal superior.

Ruiz Gallardón hace guiños a las vísceras. Sus reformas emergen del mundo c-tónico, de las pantallas de Tele 5 y sus platós de mediocrización generalizada. Las mismas vísceras que pretenden someter a nuestros ovarios al ideario de integristas católicos que sin tener nada que ver con el mundo sanitario, han pactado un protocolo con la Consejera de Salud, Carmen Castro. Un protocolo, que en vez de escuchar a profesionales sanitarios ha escuchado a la extrema derecha y a grupos que niegan el derecho a decidir de las mujeres, con el objetivo de entorpecer y coaccionar.

El PP por fin se ha quitado la careta y ha sacado su lado más populista y reaccionario. La ofensiva ultra-conservadora ya está aquí y viene a arrasar con todo lo que huela a memoria histórica, consensos lingüísticos, republicanismo, feminismo, laicismo y derechos civiles. Mientras tanto, el paro sigue creciendo y eso no parece preocuparles demasiado.


Artículo publicado en Última Hora.

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