Aplaudo la decisión tomada por el President Francesc Antich de romper con UM en todas las instituciones.
Ésta, sin lugar a dudas, tiene que ser la legislatura que suponga un punto de inflexión en la gestión del dinero público y en la transparencia, por ello, los indicios de malas prácticas por parte de algunos cargos públicos de UM son absolutamente intolerables y reprobables.
En estos dos años y algo hemos hecho equilibrismos, concesiones y redefiniciones, dentro del marco de la gobernabilidad, siempre pensando en el interés general, y ahora, en base a éste y a la legitimidad de las instituciones democráticas, se ha tomado la decisión correcta: la única y posible dadas las circunstancias.
El Partido Socialista ha demostrado ser valiente, firme, y ha adoptado la decisión correcta en el momento oportuno. Antes, -aunque a alguna se lo pidiera el cuerpo-, hubiera sido una temeridad y ni tan sólo se hubiera podido plantear un gobierno en minoría.
El nuevo escenario se presenta complejo, no exento de dificultades, pero pondremos todo nuestro esfuerzo, trabajo y dedicación para sacar los proyectos adelante, desde el compromiso que tenemos con la ciudadanía.
Hay algo que debemos dejar claro: esta es la legislatura del antes y el después. Debemos reforzar los mecanismos para que estas situaciones no puedan volver a pasar, y la participación ciudadana en el control y fiscalización puede presentarse como una buena fórmula para asegurar la transparencia. No podemos enterarnos de qué está pasando “a toro pasado”, hay que garantizar que los procesos de contratación y adjudicación sean claros, objetivos y conforme a la legalidad.
Mientras la derecha política del PP o nacionalista de esta comunidad está sumida en casos de corrupción y malversación, sólo la izquierda es alternativa transparente y honrada de gobierno.
Que el el PP se postule como solución a esta situación es una auténtica ironía, cuando han sido quienes han enquistado prácticas poco recomendables y que, gracias a la fiscalía anticorrupción, han podido salir a la luz. La banalización de las malas praxis de pasadas legislaturas, y que a la luz de los acontecimientos, UM presuntamente no ha sabido dejar atrás, deben ser erradicada de raíz.
El gobierno de Antich y Armengol están comprometidos en devolver la confianza a los ciudadanos en la gestión del dinero público, anteponiendo los valores y el interés general, a las iniciativas privadas.
La derecha tiene una oportunidad de regeneración, y tendrá que poner de su parte para contribuir a devolver la confianza que han dilapidado. Ésta es la verdadera moción de confianza a la que se ha de someter el PP.
Esta legislatura ha tenido muchos frutos: mejora sustancial en el sistema de financiación, inversiones estatutarias, reconocimiento por parte de Madrid, dinamización de obra pública, y aplicación de políticas sociales. Que pena que el ruido, y la corrupción, monopolice todo el panorama.
Para despedirme de este post, me gustaría añadirle la banda sonora, una letra que le viene al pelo, de la cantante Julieta Venegas, que dice:
"
No voy a llorar y decir,
que no merezco esto porque,
es probable que lo merezco
pero no lo quiero, por eso...
Me voy, que lástima pero adiós
me despido de ti y
me voy, que lástima pero adiós
me despido de ti.
Me voy, que lástima pero adiós
me despido de ti y
me voy, que lástima pero adiós
me despido de ti y me voy"