viernes, 23 de mayo de 2014

¿Pasas de votar?





Este domingo nos la jugamos. El mayor problema que tiene Europa en estos momentos es el gran problema del déficit: pero del déficit político, social y sobre todo democrático.

Desde los años 80 hemos ido incubando un virus muy contagioso: el neoliberalismo, que está actuando como un caníbal con lo público, con el estado del bienestar. Una verdadera máquina de generar pobreza, precariedad y desigualdades sociales.

Justo ayer mismo, el macho ibérico Arias Cañete –“Homo Cañetus”- reivindicaba el legado de esta política que ha devastado Europa, a la clase trabajadora, la solidaridad. Reivindicaba el legado de una de las personas más nocivas para la UE y su de-construcción, Margareth Thatcher, que junto a Ronald Reagan, en los Estados Unidos han sido los padres de esta economía sin alma.

Esta derecha neoliberal ha boicoteado la ciudadanía europea, nunca han querido un estado social europeo, con objetivos comunes. Unos mínimos de bienestar por todo el mundo, con independencia de si vivimos al Sur o al Norte de Europa.

Su pensamiento político es muy sencillo: “¡arriba los mercados, abajo lo público. Para todo lo demás, Master Card”.

Sus políticas han provocado esta crisis, desregulando los mercados financieros y dejando campar a sus anchas los capitales, sin control ni regulación. En nuestras mentes, José María Aznar desregulando el suelo en España provocando una burbuja inmobiliaria, especulación y un espejismo de riqueza. Ésta es la herencia responsable de esta crisis y no la sanidad, la educación o las pensiones que tanto molesta a la derecha.

Sí, esta crisis es una crisis del capitalismo, de la derecha. La derecha europea ha actuado como Robin Hood -pero a de revés- quitándole el presupuesto público a las clases medias y populares para rescatar a los bancos, en España a fondo perdido con el PP. Rescatados para luego marcar prioridades políticas y que nos digan que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.

Margaret  Thatcher, en 1987 afirmaba “no hay sociedad, sólo individuos” y esta es la verdadera batalla ideológica que libramos el domingo 25 de mayo. Una batalla entre la derecha contra la socialdemocracia, el socialismo, los sindicatos, cualquier cosa que defienda el bien común y lo colectivo. No es casual lo que pasa en Mallorca, con la persecución de estudiantes, de profesores, de sindicalistas.

El machaque a Katiana Vicenç, Secretaria Gral de CCOO o las encausadas de la conselleria de educación, responde a la estrategia de criminalización y persecución neoliberal.

Y cuando esta visión impera, esto es la jungla. El más fuerte se come al pequeño.

¿Por qué votar al PSOE este domingo? Porque junto con el resto de 27 países con partido socialista, elegiremos a un socialdemócrata como Martin Schulz para ser el Presidente de la Comisión Europea (propone y ejecuta leyes).

Una victoria socialista el domingo permitirá, en primer lugar, levantar un cortafuegos a los recortes y ajustes en los diferentes países de la Unión, también en España y Baleares. Evitará una segunda ola de recortes en nuestro país, que nos sigan apretando con la reforma laboral, o dejar la reforma de la ley del aborto en un cajón.

Ganar para tener fuerza negociadora suficiente, una victoria social y moral, ante un convenio de hostelería duro, para que se negocie en condiciones justas, dignas, que reconozca el valor del trabajo de cientos de miles de personas que se dedican en Mallorca.

Porque no podemos ser nuevamente sacrificados.

Durante muchos siglos Europa practicó muchos sacrificios. Sacrificaban a las brujas, a los herejes. Una nueva Inquisición se ha apoderado de Europa, con sus nuevos instrumentos de tortura.

Los nuevos instrumentos de tortura social se parecen demasiado a esos viejas damas de hierro, las iron maiden, sarcófagos donde metían a las personas para torturarlas. Cuando cerraban la caja, con pinchos en la parte interior,  los clavos atravesaban órganos vitales, allí las personas tardaban horas en morir desangradas.

Una lenta agonía como la que provoca la nueva inquisición, la Troika, los hombres de negro. El legado de Thatcher, de Merkel, Cameron, Rajoy, Juncker (el candidato de la derecha a la Comisión)  que con sus políticas que condenan a los pueblos y su desarrollo social, sacrifican nuestra dignidad.

Tenemos que re-construirlo. Volver a la Europa de las personas, de la ciudadanía. De las oportunidades. Y para eso hemos de ganar los socialistas.

Para dar esperanza a los jóvenes, la generación mayor preparada que se tiene que largar porque aquí no hay trabajo. También para los que se quedan aquí, sin mejores perspectivas. Los socialistas europeos tenemos el compromiso de multiplicar por cuatro los fondos de garantía juvenil, a 21.000 millones de euros.

Apostar por los hombres y mujeres que están en el paro con más de 52 años, o por quienes ven cada día reducir sus derechos laborales.

Hagamos de Europa una palanca de progreso social y económico, que el Banco Central Europeo funcione como la Reserva Federal americana, prestando dinero a intereses razonables, hagamos que que fluya el crédito a las pequeñas y medianas empresas.

Lucharemos contra el fraude y evasión de capitales, en lugar de amnistiarles como hace el PP. Con ese dinero podremos invertir en sectores estratégicos, productivos, en la investigación, en el desarrollo tecnológico, en la educación, en ciencia, la economía verde, sostenible medioambientalmente.

Proponemos un salario mínimo europeo, garantizar objetivos sociales mínimos, que la educación no compute como déficit, planteamos quitas y restructuraciones de deuda de las pequeñas y medianas empresas.

Todo esto va en nuestro programa. Sólo los socialistas estamos en condiciones para hacerlo. Transformar la vida de millones de personas, frente a la austeridad radical, mover la economía con políticas neokeynesianas, que en EEUU están estimulando la economía y generando empleo.

Sabemos de buena tinta de qué palo va el PP y la derecha europea. El candidato del PP nos lo ha dejado muy claro. Se cree intelectualmente superior a las mujeres. Esto no es una simple anècdota y su partido nos quiere arrancar a las mujeres el derecho a la maternidad libre.

No creen en la igualdad. Ni él ni Rajoy, como escribió hace años en el Faro de Vigo apelando a las desigualdades naturales como fundamento de la libertad. Dijo que los “hijos de buena estirpe superan a los demás”.

Ésta es su concepción de la libertad, la libertad de machacar al más débil, al pobre, libertad de que el rico sea más rico a costa de los demás. Ésta es su concepción de la libertad, una libertad machista y clasista.

Lo peor que puede pasar en Europa es que no pase nada, que todo siga igual. Será un cheque en blanco para destrozar la educación, la sanidad, recortar todavía más en la ley de la dependencia, en la protección de las víctimas de la violencia de género, será profundizar en el austericidio, en la reforma laboral del despido gratis, la que está destruyendo puestos de trabajo, reconvirtiendo los contratos indefinidos en contratos a tiempo parcial, en precariedad.

Domingo 25 ve a votar. Y si realmente, quieres hacer de contrapeso a este modelo económico, político y social europeo, mete en la urna la papeleta socialista.



Adjunto enlace a las principales ideas. http://europeas2014.psoe.es/ideas